En el mundo acelerado y exigente en el que vivimos, la existencia humana se encuentra atravesada por tensiones, presiones y una constante ansiedad. Es en este contexto que las reflexiones de Byung-Chul Han sobre la existencialidad y el arte cobran una relevancia esencial. A lo largo de su obra, Han nos sumerge en un análisis penetrante de la sociedad contemporánea, desvelando cómo la sobreexigencia y la cultura del rendimiento afectan profundamente nuestra percepción de la realidad y la esencia misma de nuestra existencia. Su enfoque crítico nos invita a repensar nuestra forma de percibir el mundo, cuestionando las normas establecidas y ofreciéndonos una mirada perspicaz sobre la autenticidad y la inautenticidad en la vida moderna.
De manera singular, Han destaca el papel fundamental que el arte desempeña en este escenario. Lo considera una herramienta poderosa, capaz de trascender los límites establecidos, ofreciendo una ventana para reflexionar sobre la sociedad, desafiar las estructuras impuestas y expresar las tensiones y contradicciones inherentes a nuestra realidad. Su análisis nos lleva a entender cómo el arte contemporáneo se ve influenciado por las dinámicas del rendimiento y la producción masiva, planteando preguntas cruciales sobre su autenticidad y su capacidad para resistir la lógica del mundo moderno.
A lo largo de este espacio, exploraremos las ideas y reflexiones de Byung-Chul Han sobre la existencialidad y el arte en la sociedad actual, sumergiéndonos en un viaje intelectual que desafía las nociones preestablecidas y nos invita a reflexionar profundamente sobre nuestra propia experiencia en este mundo acelerado y demandante. ¡Bienvenidos a este viaje de descubrimiento y reflexión
¿El arte es representación real?
El arte puede verse afectado por las diferentes situaciones de su contexto. En lugar de centrarse en la representación realista del mundo, Han se interesa más en cómo estas presiones sociales influyen en la producción artística y cómo el arte puede reflejar, cuestionar o resistir estas dinámicas culturales.
En sus obras, Han sugiere que el arte contemporáneo se ve influenciado por la lógica del mercado, lo cual puede llevar a una transformación en las motivaciones creativas y en la percepción del arte como mercancía o producto más que como una expresión auténtica o una representación fiel de la realidad.
Aunque Han no ofrece una respuesta directa a la pregunta sobre si el arte es una representación real, su análisis se centra en cómo el arte puede ser moldeado por las presiones y dinámicas sociales de la actualidad, afectando así su autenticidad y su capacidad para reflejar fielmente la realidad.
Lo pulido en el arte
Sobre la noción de "lo pulido" en el arte, Byung-Chul Han introduce una idea en su obra que señala la sociedad de complacencia positiva como algo hermoso. Esta noción refleja la tendencia de eliminar la negatividad, deshacerse de todo lo que se percibe como diferente o disruptivo en la experiencia contemporánea.
En este contexto, lo pulido en el arte representa la estandarización y uniformidad en la expresión creativa. Es la conformidad con lo establecido, la búsqueda de perfección y armonía, la eliminación de asperezas o elementos que desafíen la norma. Esta búsqueda de pulcritud y uniformidad refleja una sociedad que aspira a lo homogéneo, a una estética que elimina lo disonante y lo inusual. Además, este enfoque estético puede asociarse con la influencia de lo digital en la actualidad, donde se busca satisfacer la complacencia general, llenando los espacios con elementos que se alinean con lo aceptado y lo convencional. Esta idea de lo pulido, según Han, refleja una tendencia hacia la uniformidad y la aceptación social, en detrimento de la diversidad y la singularidad en la expresión artística.
Con lo anterior se puede decir que el concepto de lo pulido, en la visión de Han, está vinculado a la sociedad de complacencia, donde la estandarización y la uniformidad dominan la expresión artística, suprimiendo la autenticidad y la diversidad en aras de una belleza complaciente y uniforme.
Estética del encubrimiento
Byung-Chul Han nos habla acerca de un fenómeno en el cual la estética contemporánea tiende a ocultar o encubrir las realidades conflictivas o disonantes en favor de una apariencia superficialmente agradable o armoniosa, donde existe una tendencia a enmascarar o encubrir aspectos problemáticos, discordantes o disruptivos en lugar de abordarlos directamente. Esta estética del encubrimiento se manifiesta en el arte contemporáneo y en la cultura en general, donde se prefiere presentar una imagen superficialmente placentera y armoniosa en lugar de confrontar las complejidades o contradicciones de la realidad.
En este sentido, la estética del encubrimiento opera como una forma de evasión o negación de los aspectos menos atractivos de la existencia moderna. Se enfoca en crear una apariencia de perfección y belleza superficial, escondiendo las tensiones, los conflictos o los problemas subyacentes que pueden estar presentes en la sociedad o en la experiencia humana.
Esta noción de estética del encubrimiento puede aplicarse al arte contemporáneo, donde se privilegia la estética visual atractiva y pulida en lugar de explorar temas complejos o controversiales. En lugar de confrontar directamente las realidades sociales o personales complejas, el arte puede optar por presentar una imagen estéticamente agradable pero que oculta la profundidad y autenticidad de la experiencia humana.
Belleza como verdad
Han cuestiona cómo la belleza, en su forma más superficial y convencional, se convierte en una verdad aceptada y promovida por la cultura actual. Esta verdad no está arraigada en la autenticidad o la esencia inherente de la belleza, sino que es una verdad artificial construida por los valores y las expectativas culturales.
En este contexto, la belleza como verdad puede ser entendida como un constructo social que dicta qué se considera bello o estéticamente aceptable en un momento y lugar determinados. Esta idea desafía la percepción común de la belleza como un ideal universal y resalta cómo las normas culturales y sociales influyen en la definición y comprensión de lo que se considera hermoso.
Asimismo, Han sugiere que esta noción de belleza como verdad puede conducir a una uniformidad estética, donde se promueven ciertos estándares de belleza y se marginan o excluyen otras formas de expresión estética. En lugar de ser una verdad intrínseca, la belleza se convierte en un constructo que puede imponer limitaciones a la diversidad y la singularidad en la expresión artística y personal.
Conclusión
Durante la quinta clase de la filosofía del arte además de crear un pequeño debate entre en grupo acerca de Existencialidad y arte, también tuvimos la oportunidad de crear un dibujo cada uno, el cual les compartiré el mío a continuación:
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